El alquiler de trasteros despunta en Europa
El alquiler de trasteros es una tendencia que está ganando cada vez más adeptos en Europa, principalmente en las grandes ciudades.
El alquiler de trasteros es una tendencia que está ganando cada vez más adeptos, principalmente en grandes ciudades. Sus usuarios van desde aquellos que se cambian de piso, ciudad o país, y necesitan un lugar temporal en el que guardar sus pertenencias, hasta empresas que buscan una forma viable de almacenar producto.
Más de 500 nuevos espacios de trasteros se han puesto en marcha en Europa en el último año, hasta alcanzar los 3.247. Mercados consolidados como Reino Unido, Francia, España, Países Bajos, Alemania y Suecia, que suponen el 85% de los inmuebles de almacenamiento en Europa, han sido los que más han crecido, según datos de JLL y de la Federación de Asociaciones Europeas de Self Storage (FEDESSA),
Ollie Saunders, responsable de Activos Alternativos en JLL, cree que la demanda se ha visto impulsada, en parte, por el elevado ritmo de urbanización en Europa, lo que ha provocado que las personas residan en viviendas cada vez más pequeñas.
En Suecia, por ejemplo, el 47% de la población que vive en ciudades ha realizado al menos una mudanza en los últimos cinco años. Este porcentaje es del 31% en caso del Reino Unido y del 12% en España, según muestran los datos del Eurostat.
En cuanto a la empresas, especialmente en el Reino Unido, pequeños negocios —como los minoristas que venden sus productos en eBay— y algunas empresas de construcción han empezado a alquilar trasteros como alternativa útil y flexible para almacenar mercancía, ya que ofrecen la posibilidad de aumentar o reducir fácilmente la superficie que se alquila, lo cual es especialmente conveniente para los negocios estacionales.
Una superficie en aumento y un diseño en evolución
Actualmente, en Europa hay 8,7 millones de metros cuadrados dedicados al almacenamiento en trasteros, un tercio más que en 2014, aunque la situación varía de forma significativa de un país a otro. Reino Unido, Países Bajos e Islandia se sitúan entre los países con mayor ratio de espacio de almacenamiento per cápita. España, por su parte, cuenta con 890.000 metros cuadrados dedicados al almacenamiento en trasteros. Bluespace es el mayor operador en este mercado, con una superficie gestionada de 150.000 metros cuadrados.
Un país a tener en cuenta es Alemania. A pesar de que el tamaño del mercado de trasteros es muy pequeño, está creciendo de manera muy rápida, por lo que, según Saunders, conviene no perderlo de vista. El número de instalaciones de almacenamiento en este país aumentó un 19% entre 2016 y 2017. Además, Alemania también es líder en materia de sostenibilidad, gracias al uso de techos verdes y paneles solares en sus instalaciones.
La tecnología es también un elemento fundamental para este mercado. «Hace unos años, todas las instalaciones requerían contar con aproximadamente tres trabajadores a tiempo completo, mientras que, hoy en día, los clientes pueden acceder al inmueble con su smartphone —afirma Saunders—. Gracias a la tecnología, la intervención humana no resulta en absoluto necesaria».
¿Hay margen para más crecimiento?
El mercado de alquiler de trasteros y espacios de almacenamiento está creciendo rápidamente en Europa, aunque todavía se encuentra en su fase más temprana, por lo que ofrece interesantes oportunidades de inversión.
«El almacenamiento ofrece rentas atractivas e ingresos recurrentes, con un aumento de los niveles de alquiler y ocupación que puede apreciarse en casi todos los mercados europeos en 2017. También se ha mostrado bastante resistente a las fluctuaciones en el plano económico, lo que le ha permitido mantener su solidez en épocas de crisis», afirmó Saunders.
El mercado europeo sigue intentando dar alcance al estadounidense, donde cada año se registran transacciones por valor de entre 2.000 y 3.000 millones de dólares. Europa no cuenta con tanto terreno disponible como EEUU, pero Saunders considera que, solo en el Reino Unido, el número de instalaciones podría duplicarse.
«La demanda es sólida y el conocimiento sobre el sector es cada vez mayor. Los próximos 12 meses se perfilan como un periodo positivo para operadores e inversores».