Solo el 30% de los empleados tiene un espacio cómodo para trabajar en casa

La pandemia del Covid 19 ha hecho que se extienda rápidamente el trabajo desde casa, demostrando que es una herramienta útil para los empleados y para las empresas. Los empleados han apreciado la flexibilidad que ofrece y, si se hace en el entorno adecuado, puede afectar positivamente a su rendimiento y bienestar.

Después de más de un año trabajando desde casa, podemos decir que el trabajo a distancia ha llegado para quedarse. A los empleados les gustaría poder continuar en su puesto con una flexibilidad permanente, pero trabajar desde casa conlleva sus propios retos, ya que la forma en que cada uno de nosotros nos organizamos varía según el entorno del hogar en el que vivimos. La forma en que trabajamos desde casa debe replantearse para garantizar la máxima productividad y satisfacción en todos los niveles y para todas las personas.

Según Tétris, empresa del Grupo JLL especializada en el diseño y construcción, el trabajo a distancia está destinado a convertirse en parte integral del día a día de la gran mayoría de personas, con la consecuente necesidad de repensar los espacios, no solo los de la oficina sino también en el hogar.

Cuando hablamos del trabajo en casa, tendemos a dar por hecho que todos los miembros del hogar disponen de un espacio adecuado para trabajar, pero a menudo no es así. Según una investigación de Tétris, el 70% de los que trabajan desde casa no se sienten a gusto. Sólo el 30% describe su espacio de trabajo como cómodo; de los que tienen una silla ergonómica dicen tener un espacio de trabajo adecuado, sin embargo sólo el 24% de los individuos dicen tenerla.

Cuando se trata de trabajar desde casa, tendemos a asumir que todos cuentan con un espacio adecuado para trabajar, pero a menudo no es así. Según una investigación de Tétris, el 70% de los que trabajan desde casa no se sienten a gusto. Sólo el 30% afirma que describiría su espacio de trabajo como cómodo; las personas con una silla ergonómica eran más propensas a decir que tienen un espacio de trabajo confortable, sin embargo, sólo el 24% de los trabajadores declararon tener una.

La investigación realizada por Tétris también identifica diferentes tipos de trabajadores. Durante la pandemia, los altos directivos no vieron efectos negativos reales de trabajar desde casa, ya que presumiblemente disponían de espacio para instalar una oficina en casa. Sin embargo, el personal más joven, que suele vivir en alojamientos compartidos o pisos pequeños, no tiene necesariamente su propio espacio de oficina y tiene que trabajar en su propia habitación o en un espacio compartido con otros compañeros de piso. O también, un empleado que vive en familia con su pareja e hijos tiene necesidades diferentes a las de un empleado que vive en un piso unipersonal en un área metropolitana.

El nuevo ecosistema de espacios de trabajo híbridos incluirá la oficina en casa.

Si bien es importante que las empresas sigan invirtiendo en el trabajo en casa, ya que se ha demostrado que puede mejorar la agilidad y la continuidad de la empresa (aumento de la productividad, reducción del número de ausencias, limitación de las restricciones geográficas, mejor uso de la tecnología), además de ser una herramienta de valor añadido para atraer y retener nuevos talentos, también es importante que las empresas se centren en los retos que plantea el trabajo en casa, como la reducción de la colaboración y el sentido de pertenencia, la gestión del rendimiento y la confianza, las posibles repercusiones negativas en el bienestar de los empleados (estrés, conciliación de la vida laboral y familiar, soledad, falta de supervisión) y, por último, pero no menos importante, los parámetros del entorno individual del empleado (distracciones, situación familiar, conectividad y hardware, espacio disponible).

Muchas personas optarán por seguir trabajando desde casa después de la pandemia, una media de un par de días a la semana, por lo que las empresas deben prepararse para el hecho de que algunos puedan decidir estar en la oficina sólo cuando sea necesario. Incluso más que ahora, la oficina se convertirá en un destino para fomentar el sentido de comunidad, la colaboración, el intercambio de ideas y la socialización, mientras que el hogar asume su nuevo papel como espacio para concentrarse y realizar las tareas con tranquilidad.

Para asegurarse de que su personal se siente respaldado mientras trabaja desde casa, las empresas -además de transformar sus sedes- también tendrán que pensar en los espacios personales de sus empleados, ya que estar sentado durante ocho horas al día en un mobiliario inadecuado puede causar daños a largo plazo.

En función de las necesidades individuales, las empresas tendrán que asegurarse de que todos los empleados estén satisfechos y deberán considerar la posibilidad de invertir en soluciones que hagan que el entorno de trabajo en casa sea más cómodo y productivo y que se pueda vivir en él, creando al mismo tiempo una clara división entre su vida profesional y personal. Esta es sólo una de las muchas ventajas que pueden ofrecer las organizaciones, ya que puede suponer una gran diferencia para la salud, bienestar y productividad.

Reimaginar los espacios de la oficina en casa

Trabajar desde casa supone replantear ciertos aspectos de la vivienda respetando su diseño y estética. Hay muchas soluciones para mejorar el trabajo a distancia, diseñadas para satisfacer diferentes necesidades en términos de bienestar físico y adaptables a cualquier contexto.

En los pisos y casas que no permiten una sala de trabajo separada, porque el espacio es limitado, las funciones laborales coexisten con otros aspectos de la vida cotidiana.

En estos contextos, el uso de muebles sencillos y flexibles crean discretamente un espacio de trabajo individual en cualquier habitación, escritorios regulables en altura o soportes adecuados para trabajar desde el sofá fomentan un entorno dinámico en el que los usuarios pueden elegir entre una amplia gama de posiciones de trabajo. Otra solución es utilizar particiones flexibles y paneles que se mueven fácilmente creando pequeños nichos privados en un rincón de la casa, proporcionando una división visual y mental entre un espacio de trabajo doméstico y un espacio de trabajo personal.

Quienes disponen de espacios de trabajo dedicados, o de una habitación extra en la casa, pueden optar por grandes escritorios y otros equipos profesionales muy ergonómicos que se adaptan a todas las necesidades, pero si se vive en un piso pequeño o en un entorno doméstico compartido con la pareja y los hijos, hay que buscar otras soluciones. Los escritorios o las sillas que cuentan con espacio de almacenamiento pueden ayudar a ahorrar espacio.

Asimismo, las mesas con un puesto de trabajo doble compartido, fácilmente desplazables y equipadas con pantallas de privacidad de diferentes tamaños, satisfacen las diferentes necesidades de quienes se encuentran trabajando desde casa o en la misma habitación con otras personas, permitiéndoles rediseñar el espacio según sus necesidades con facilidad, sin incomodar a otros usuarios.

En cuanto a los accesorios y materiales, hay espacio para los colores dinámicos y divertidos que pueden combinarse fácilmente con el mobiliario de la casa, materiales de alta tecnología de primera calidad para estilos más modernos, opciones de iluminación personalizables y estaciones de carga para móviles. La apuesta por la sostenibilidad y el bienestar también se hace patente en el mobiliario de la casa, con la introducción de elementos naturales que aportan la calidez de la naturaleza al hogar y la elección de colores tierra que favorecen la concentración.

"Cuando empezó la pandemia, había mucho entusiasmo por trabajar desde casa ya que era una idea nueva que mucha gente quería experimentar. Un año después, la gente se está dando cuenta de que trabajar desde casa no es sostenible a medio/largo plazo, a menos que se hagan algunos cambios” comentó Miguel Fernández, Director General de Tétris España. "Las empresas deben aceptar que el trabajo a distancia ha llegado para quedarse y, por ello, tienen que invertir en soluciones que faciliten la vida de sus empleados y, al mismo tiempo, creen una clara división entre su vida profesional y personal. Esta es una de las muchas ventajas que pueden ofrecer las empresas y donde se tienen que enfocar, ya que puede suponer una gran diferencia para la salud, el bienestar y la productividad de toda su plantilla. Y todos sabemos que ser feliz en el trabajo conlleva inevitablemente ser más productivo”