El gráfico del mes: el impacto del alojamiento compartido en el mercado turístico

Los alojamientos turísticos compartidos han entrado con fuerza en el mercado turístico global y lo han hecho para quedarse. A pesar de que hay países en los que se está regulando su expansión, no hay duda de que la fórmula del ‘home sharing’ se ha convertido en una opción popular entre los viajeros. En la actualidad, se estima que un 3% de la cuota hotelera corresponde a este tipo de alojamientos.

Lo que es más, atendiendo a los datos de JLL, dicha cuota se incrementa cuando se trata de ciudades con alta ocupación hotelera como Nueva York, San Francisco, Berlín o Barcelona, lo que permite a los viajeros realizar estancias más largas a un precio más asequible. Se espera que en 2025 el 5% del total de las pernoctaciones sea en alojamientos compartidos.

Cabe señalar que ciudades en las que las autoridades han aplicado restricciones en el sector del alojamiento compartido no necesariamente han visto evolucionar positivamente los rendimientos hoteleros. Esto sugiere que los turistas no ven los hoteles como sustitutos de los alojamientos compartidos, ya que prefieren cambiar de destino antes que pagar un precio mayor.

Y es que el perfil de los usuarios de alojamiento compartido es muy diferente al de aquellos que prefieren alojarse en hoteles. El primero está muy enfocado a un grupo social específico, los millennials. A diferencia de las generaciones anteriores, éstos disfrutan de más tiempo para viajar en grupo y con amigos antes de formar una familia, lo que les convierte en el consumidor idóneo de este tipo de iniciativas. Además, el ‘home sharing’ es considerado por muchos como un concepto atractivo, moderno, incluso hípster y cuenta con el gancho de ser muy fácil de utilizar desde el punto de vista tecnológico.

Aparte de los millennials, el otro grupo que se decanta por esta opción son los que viajan con un presupuesto ajustado y buscan la mejor relación calidad-precio. Disponer de más espacio que en una habitación de hotel individual y una cocina donde preparar las comidas y reunir a todos los participantes en el viaje se presenta como una alternativa muy atractiva para muchos viajeros.

Según Carlos Ortega Miranda, Vicepresidente Senior en JLL Hotels & Hospitality para España y Portugal, “aunque en la actualidad la oferta de alojamientos está bien diversificada, no hay que descartar que en el futuro haya más sinergias entre ambas categorías. Así, es posible que el ‘home sharing’ se expanda hacia los segmentos de hoteles boutique y bed&breakfast, mientras que las cadenas hoteleras exploten la vía del alojamiento compartido como una nueva oportunidad de negocio. De hecho, acabamos de conocer que Marriott ha lanzado un proyecto piloto de seis meses para entrar en el ‘home sharing’”.

Volviendo al tema de la legislación, en España ha habido tres ciudades que han promovido sendas legislaciones en materia de alojamiento compartido: Barcelona, Madrid e Ibiza. En el caso de esta última, la escasez de viviendas de larga estancia para trabajadores del sector hotelero, médicos o profesores (fundamentalmente en temporada alta), ha hecho proliferar este tipo de fórmulas de alojamiento o incluso crear nuevas, como pueda ser el alquiler de balcones. En cuanto a Madrid y Barcelona, los Ayuntamientos han llevado a cabo medidas para limitar la oferta de alojamiento compartido con el objetivo de preservar la imagen y características históricas de las ciudades.

En palabras de Carlos Ortega Miranda, “cualquier estrategia futura de los operadores de alojamiento compartido estará condicionada por los cambios en el marco legal de los destinos en los que están presentes. En este sentido, tenemos que estar atentos a lo que ocurre tanto en EE.UU. como en Europa, los dos grandes mercados del ‘home sharing’ para conocer hacia dónde va a evolucionar este sector”.