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Ha llegado la hora de invertir en energías renovables

Los inversores en el sector de las energías renovables de Europa tienen una gama de oportunidades cada vez más amplia, ya que los gobiernos se proponen alcanzar ambiciosos objetivos en esta materia 

31 de julio de 2020

"Hay un fuerte interés por las energías renovables en el lado del capital y también en el de la deuda".

Tomás García, Senior Director Energy & Infrastructure Advisory, JLL España

A medida que crece el interés por las energías renovables, también se diversifica el interés de los inversores para explorar oportunidades incipientes en Polonia y mercados al alza en el sur de Europa.

Teniendo en cuenta el compromiso que ha asumido la UE para alcanzar cero emisiones netas en 2050 y los ambiciosos planes de los países europeos para reducir las emisiones de carbono hasta 2030, el paso al cero neto está creando nuevas oportunidades para promotores, inversores y empresas energéticas.

"Estamos viendo que los objetivos de net zero tienen un impacto real en el sentimiento de los inversores", dice Tomás García, responsable del área de energía e infraestructuras de JLL en España y Portugal. "Las oportunidades a largo plazo con retornos atractivos y el apoyo público son las claves para despertar en interés de los inversores en Europa".

La creciente demanda de las grandes empresas que buscan acuerdos de compra de energía (PPA, del inglés Power Purchase Agreement) también está impulsando el atractivo del sector entre los inversores.

En los últimos tiempos, las energías renovables han ganado terreno en Europa. Tanto es así que la electricidad generada a partir de fuentes renovables alcanzó un máximo histórico en 2019. Alemania fue el país más activo, seguido de Francia.

En Polonia, un país que tradicionalmente depende en gran medida del carbón, el impulso para pasar a la energía limpia es alentador, aunque queda mucho por hacer, dice Andreana Todorova, directora adjunta de JLL Energy & Infrastructure Advisory.

Sede de la mayor planta de carbón de Europa, Bełchatów, Polonia sigue generando la mayor parte de su energía a partir del carbón y obtiene menos del 15% a partir de fuentes renovables, según la Agencja Rynku Energii del país.

"El camino hacia la transición es complejo, sin embargo, hay presión por descarbonizar y cambiar a alternativas de bajas emisiones. El gobierno ha adoptado en los últimos años una legislación para promover las energías renovables con el fin de alcanzar los objetivos que se ha marcado", dice Todorova.

Como resultado, desde que se introdujeron las subastas de subsidios para la energía eólica y la energía solar fotovoltaica en tierra hace cinco años, la capacidad instalada para esas dos tecnologías se ha duplicado a más de 7GW.

Polonia apuesta por los proyectos eólicos marinos

Aunque la energía eólica marina es relativamente reciente en Polonia, los proyectos están avanzando y se espera que las primeras turbinas frente a la costa del país comiencen a funcionar en los próximos 5 ó 6 años.

El Ministerio de Bienes Públicos del país está desarrollando conjuntamente con Equinor tres proyectos eólicos marinos con una capacidad total de 3GW y la empresa local de servicios públicos PGE negocia trabajar con el líder mundial de la energía eólica marina Orsted en dos proyectos que suman 2,5GW. Más recientemente, el Grupo Enea e Iberdrola han dado a conocer su intención de desarrollar conjuntamente proyectos eólicos marinos con hasta 3,3 gigavatios de capacidad.

El mismo ministerio publicó recientemente un proyecto de ley para promover la energía eólica marina, con el objetivo de adjudicar un Contrato por Diferencia (CFD) similar a los utilizados en el Reino Unido a proyectos en el mar Báltico que superen los 10 GW hasta 2027.

"Lo que Polonia necesitaba realmente es un sistema de apoyo sólido para proporcionar el marco de capacidades para las energías renovables y un compromiso claro del Gobierno para incentivar el despliegue de estas tecnologías", dice Todorova.

Con la primera ola de subastas exitosas y los planes anunciados recientemente para apoyar la energía eólica en tierra firme, veremos a más inversores interesados, añade.

Los inversores extranjeros son cada vez más activos, desde Impax Asset Management y GIG (Macquarie) hasta Aberdeen Standard Investments, que recientemente compró una cartera de 40 megavatios de activos de energía solar al promotor Green Genius. El hecho de que la energía esté respaldada por Contratos por Diferencia a 15 años muestra el punto en que se encuentra actualmente el mercado polaco.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) concedió recientemente su primer préstamo a una empresa que construye y gestiona plantas fotovoltaicas en Polonia. El banco de la UE prestará 82 millones de zlotys (18 millones de euros) a Energy Solar Projekty, una filial del Fondo de energía e infraestructura para las pymes, gestionado por Lords LB Asset Management.

"Los Contratos por Diferencia, como hemos visto en los últimos años en el Reino Unido, han aportado comodidad a los inversores a la hora de dar sus primeros pasos en un nuevo mercado", dice Todorova. "El reto será convencer a esos inversores de que Polonia no va a renunciar de sus ambiciones".

España, a por las energías renovables

Hace casi una década que España suspendió abruptamente todos los subsidios para proyectos de energías renovables, lo que afectó el sentimiento de los inversores de cara a nuevos proyectos eólicos y solares.

Ahora el país vuelve a apostar por las renovables como estrategia de crecimiento.

"Los inversores ven oportunidades en esta etapa post-subvención para la energía renovable española", dice García. "Las decisiones de inversión se basan hoy en día en las variables del mercado y la economía. El desafío actual es saber cuánto de concentrado está el mercado, con inversores nacionales e internacionales que compiten por las oportunidades".

El sector de las energías renovables en nuestro país, que alberga la mayor planta fotovoltaica (FV) de Europa, el proyecto Núñez de Balboa de Iberdrola (500 MW), recibe una atención considerable de las principales empresas energéticas. Por su parte, la empresa portuguesa de petróleo y gas, GALP Energía, ha comprado la cartera solar española de Zero-E, la filial de energías renovables de la empresa constructora española ACS, mientras que la empresa francesa de gas y petróleo, Total, tiene un acuerdo de codesarrollo con la empresa madrileña Powertis para la energía fotovoltaica a gran escala.

Los bancos también se muestran interesados. Hace poco el banco británico NatWest y HSBC apoyaron conjuntamente dos complejos de energía fotovoltaica sin subsidios que están siendo desarrollados por Solarcentury.

No se trata sólo de energía solar. El parque eólico flotante de 200 MW de la empresa energética noruega Equinor en las Islas Canarias recibió el año pasado el visto bueno para su apertura en 2024.

Aunque COVID-19 amenazaba con frenar el progreso del sector, García afirma que España ha avanzado en el proyecto de legislación sobre el cambio climático para duplicar la proporción de fuentes renovables en el consumo total de energía hasta por lo menos el 35%, lo que incrementará aún más la inversión.

Para alcanzar su objetivo para 2030, se necesitan 50,3GW de nueva capacidad, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA). España se sitúa actualmente en 25,9GW. Si se entregan los 28GW de nueva energía eólica y los 38GW de energía solar previstos, eso significará que España podría tener una capacidad de generación adicional en 2030.

Con ese horizonte en mente, los bancos, promotores, inversores y las grandes petroleras continuarán buscando oportunidades, dice García.

"Hay un fuerte interés tanto en el lado del capital como en el de la deuda. La consolidación de los actores existentes, así como un mayor número de alianzas será un desenlace probable a medida que el mercado reciba más inversión nacional e internacional".

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