Visión

¿Cómo pueden atraer las ciudades a las empresas que piensan en verde?

Rafael Powley, Director de Consultoría Estratégica, JLL

17 de enero de 2023

La ola de calor que ha sufrido Europa este año ha puesto de manifiesto los beneficios de las zonas verdes. Los espacios verdes ayudan a reducir las temperaturas, haciendo más confortables los meses de verano y los climas cálidos, lo que aumenta el bienestar y la productividad en el trabajo. La vegetación urbana limpia el aire de la ciudad y contribuye a un entorno inmobiliario más sostenible, lo que es fundamental para el camino hacia la neutralidad en las emisiones de carbono que todos estamos recorriendo.

Así que no es de extrañar que, a medida que las empresas se centran en alcanzar sus objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) —y en atraer a las nuevas generaciones de talentos—, la primera parada sea cada vez más esas ciudades más limpias y ecológicas donde las iniciativas de regeneración están creando lugares más agradables, sostenibles y, en definitiva, habitables.

Siguiendo a la gente allá donde va

Muchas zonas urbanas reacondicionadas con acceso a zonas verdes o a espacios con frentes de agua han conseguido atraer al talento y por ello a las empresas.

Porta Nuova, en Milán, un barrio céntrico reacondicionado con nuevos edificios, incluye un enorme parque público y varias hectáreas de jardines, algunos de los cuales son verticales, como puede verse en las torres residenciales del emblemático «Bosco Verticale». En Barcelona, la antigua zona industrial de El Poblenou se ha transformado en un centro tecnológico gracias a una estrategia de renovación urbana que ha creado más espacio de ocio y residencial, mientras que, en el Reino Unido, la regeneración de Birmingham ha mejorado la movilidad sostenible mediante carriles bici permanentes y una mayor peatonalización.

Este tipo de desarrollos de uso mixto no eran habituales hace unas décadas, cuando los distritos comerciales se dedicaban únicamente a... (sí, efectivamente) los negocios. Ahora se presta más atención que nunca a diversos elementos de las tareas de regeneración y reacondicionamiento.

Esto es especialmente cierto en Europa, ya que el trabajo híbrido genera una nueva demanda de lugares limpios y sostenibles en los que la gente pueda alternar fácilmente entre trabajar desde casa, ir a la oficina cuando lo necesite y disfrutar de una mejor conciliación entre la vida laboral y la personal.

Por ejemplo, el Canada Water de Londres, de 21,4 hectáreas, se está desarrollando ahora con espacios comerciales, residenciales y de oficinas. En toda Europa, los barrios situados en torno a espacios verdes suelen ser los más codiciados, y para las empresas se trata de comunidades locales de las que luego pueden atraer y retener el talento.

Las startups y las empresas tecnológicas que reclutan la mayor parte de su talento entre las generaciones más jóvenes —que suelen priorizar la flexibilidad y la sostenibilidad— han sido las primeras en trasladarse a las zonas revitalizadas, pero a medida que las empresas más tradicionales se van adaptando a los métodos de trabajo digitales, suelen competir por el mismo talento, lo que aumenta el atractivo de estos distritos.

Resiliencia con vistas al largo plazo

Los desarrollos verdes y de uso mixto que ofrecen a los empleados una mejor calidad de vida, acceso a la naturaleza, aire más limpio y desplazamientos más cortos apoyan la agenda ESG, y aquellas ciudades que se toman en serio los factores ESG mientras se regeneran son las que tienen más probabilidades de atraer al talento y por consiguiente a las empresas. Abordar los criterios ESG es cada vez más crítico para que las empresas no sólo atraigan el talento, sino que también satisfagan las expectativas de sus clientes y socios comerciales.

Los espacios verdes también mejoran la resiliencia frente a los efectos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos , una consideración clave no sólo para las empresas sino también para los inversores, que valorarán aquellas ciudades que ofrezcan una visión estratégica clara para atraer capital y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

Si bien la inversión privada suele seguir a las empresas allá donde van, las ciudades también necesitan un parque inmobiliario atractivo para atraer a las compañías. Y contar con él es algo que depende de la inversión pública y privada, lo que pone de manifiesto la necesidad de que las ciudades se comprometan con la regeneración verde.

Se necesitan estrategias urbanas ágiles

Sin embargo, parece que muchas ciudades aún carecen de un plan claro para atender estas necesidades cambiantes y no ofrecen una ventaja competitiva. Las ciudades más grandes deben ser más ágiles en su enfoque. El reto es que muchas se ven restringidas por normas urbanísticas obsoletas y por unas infraestructuras que priorizan el uso del coche privado.

Las políticas de planificación urbanística deben estar claramente orientadas, ser flexibles y un poco más creativas y deben replantear los límites entre las diferentes clases de activos para que puedan surgir lugares en los que la gente pueda trabajar, vivir, aprender y disfrutar. Conectar diferentes distritos con rutas ciclistas o peatonales puede crear una red accesible de movilidad sostenible y verde que transforme una ciudad y la ayude a atraer a diversas empresas para seguir siendo competitiva.

Para que se produzca una mayor regeneración verde, se necesitarán equipos multidisciplinares y colaboración entre los sectores público y privado que incluyan especialistas que asesoren de manera global incluyendo aspectos cada vez más determinantes como la mitigación del impacto del cambio climático.

El mundo está cambiando, y las ciudades deben evolucionar con este cambio.

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