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Co-living: la madurez de las residencias de estudiantes

Descubre por qué el alojamiento compartido para jóvenes, o co-living, es una buena opción para invertir en el sector inmobiliario y cómo evolucionará este sector en 2018

06 de mayo de 2018

Para un gran número de jóvenes profesionales europeos, compartir alojamiento no termina una vez finalizados sus estudios universitarios. Lo que sí ha cambiado es el tipo de espacio que eligen. Si antes tenían que estar pendientes del mercado residencial para encontrar un piso compartido cerca de su primer trabajo, las expectativas de la actual generación, acostumbrada a las residencias con habitaciones individuales con baño y espaciosas zonas comunes con conexión wifi, son más elevadas.

Tal como pone de manifiesto el informe de JLL España, Residencias de Estudiantes. Análisis de un Mercado en Crecimiento y Transformación, los espacios de co-living se han convertido en la respuesta a los requerimientos de esos clientes más exigentes, percibidos como un producto más atractivo y adaptado a sus gustos. Esta tendencia se está abriendo paso en numerosas ciudades europeas: StayToo ofrece alojamiento en Alemania, España y Portugal; en Múnich, Hyprspace promociona sus pisos como alojamientos para start-ups, mientras que Quarters in Berlin es un espacio de co-living para artistas y otras profesiones creativas en una ciudad que registra un rápido desarrollo a la par que un aumento de los precios. Las instalaciones varían, pero, al igual que en las residencias de estudiantes, los espacios individuales, de menor tamaño, se ven compensados por zonas comunes como gimnasios o lugares para trabajar que rara vez encontramos en otros tipos de alojamientos compartidos.

El alojamiento para estudiantes, un sector en expansión

En realidad, el co-living es el siguiente paso lógico tras las residencias de estudiantes y ambos responden a las necesidades de un mercado de alquiler juvenil que ha crecido significativamente en los últimos años, impulsado por los cambios en el entorno socioeconómico. La irrupción de los millennials, la crisis económica, el incremento de la edad media para contraer matrimonio o la “moda” de vivir de alquiler han sido los principales factores que han contribuido al crecimiento de la demanda de estos alojamientos.

A pesar de eso, en la actualidad gran parte de las ciudades europeas no cuenta con proyectos suficientes para dar respuesta a este crecimiento. Según datos del informe de JLL, en España, por ejemplo, solo en el caso de residencias de estudiantes, existe una brecha entre el stock existente y la demanda real de 380.000 plazas, a lo que habría que sumar todos aquellos que optan por otros tipos de alojamientos durante sus estudios universitarios, así como los que practican la modalidad de co-living.

No obstante, esta situación empieza a cambiar: los actores del inmobiliario son cada vez más conscientes de que los alojamientos estudiantiles esconden un gran potencial de cara a los próximos años. Prueba de ello es el volumen de inversión en residencias de estudiantes en nuestro país, que se multiplicó por más de once en 2017, pasando de 50 millones (2016) a 560 (2017), o lo que es lo mismo, un 1120 % más.

Previsiones para 2018

Se espera que en 2018 el sector de residencias siga registrando un comportamiento positivo, impulsado por nuevos proyectos como The Student Hotel en Madrid o Nexo en Barcelona. En palabras de Nick Wride, Head of Living & Alternatives de JLL en España, “este año el sector de residencias de estudiantes atraerá tanto a operadores ya establecidos en España como a nuevos jugadores que aterrizan en el país atraídos por las rentabilidades atractivas”.

Wride destaca también que, en el caso del co-living, en los próximos tiempos el sector se enfrenta al gran reto de flexibilizar la normativa urbanística según la que está regulado para facilitar el desarrollo de nuevos proyectos de este tipo en las grandes ciudades españolas. Eso permitirá que dicha tendencia, considerada todavía emergente, gane peso en España y se convierta en una opción más que viable para muchos jóvenes que se planteen pagar menos por una vivienda y compartirla.

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