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6 consejos para ahorrar energía en casa

6 consejos y trucos cotidianos para el ahorro de energía en casa. Obtendrás un ahorro en la factura y además contribuirás a proteger el medio ambiente.

16 de junio de 2016

Anteriormente compartíamos en nuestro blog las ventajas de poseer un edificio sostenible tanto para propietarios como para inquilinos, pero ¿cuáles son las medidas que debemos tener en cuenta para un ahorro de energía y mejora de la eficiencia energética en edificios y en nuestra vivienda? En la siguiente entrada de nuestro blog os queremos compartir varios consejos útiles para el ahorro de energía. Si aplicamos estos consejos supondrán una reducción del consumo gastando menos dinero y además protegiendo el medio ambiente.

1. Envolvente térmica

A la hora de la construcción de una nueva vivienda o de una reforma es importante tener en cuenta el aislamiento. A través de la envolvente térmica de nuestro edificio debemos optimizar el aislamiento térmico (como puede ser un aislamiento a través de la fachada por el exterior o bien un aislamiento en cubierta y en suelo) y una sustitución o mejora de huecos (sustitución de vidrios aislantes o también con la incorporación de aislantes solares en las ventanas).

Si cumple con un buen aislamiento en su edificio podrá reducir un ahorro de energía hasta del 64%. En la mayoría de los hogares la mitad del consumo de energía se realiza a través de la calefacción. Para conseguir un perfecto comportamiento energético reduciendo energía en la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano será conveniente lo siguiente; en invierno evitar que el calor salga de la vivienda (así obtenemos una menor demanda de energía en la calefacción) y en verano prevenir que el calor entre a la vivienda (conseguimos una menor demanda de refrigeración).

2. Instalaciones (equipos de calefacción y refrigeración eficientes)

Si seleccionamos las instalaciones de agua caliente, equipos de calefacción y refrigeración en base al consumo que generamos en nuestro hogar podremos reducir nuestra factura.

Además es aconsejable el uso de bombas de calor de clase A en vez del consumo de radiadores eléctricos. También es importante tener en cuenta la sustitución de los equipos de aire acondicionado por otros de mayor rendimiento y menor consumo.

3. Iluminación

Es muy importante la sustitución de las bombillas incandescentes y halógenos por unas de tipo LED. Mediante el empleo de unas bombillas de bajo consumo podremos ahorrar entre un 80% o un 90%. Otra ventaja que tienen este tipo de bombillas es que su vida útil es muy alta. Además es importante mantener las bombillas y las lámparas limpias. El polvo puede llegar a absorber hasta un 50% de luz. Si quieres ampliar información sobre iluminación, te recomendamos cómo mejorar la iluminación de oficinas.

4. Instalar energía renovables

Dependiendo de las instalaciones y las características del edificio nos podrá permitir o no la aplicación de energías renovables. Tenemos como ejemplo la energía solar térmica para el uso del agua caliente o bien la energía solar fotovoltaica para la producción de electricidad. En caso de que no contemos con estas características dentro de nuestro edificio tenemos la posibilidad de establecer equipos de alta eficiencia energética.

5. Ajustar la potencia eléctrica contratada

Este consejo consiste en ajustar la potencia eléctrica hasta el valor mínimo necesario. Se calcula sumando las potencias de todos los aparatos electrónicos que emplee de forma simultáneamente en el momento de mayor consumo. Al realizar este cálculo debemos valorar realmente si es necesario el empleo de todos los aparatos a la misma vez.

6. Trucos cotidianos

En este último apartado os queremos trasladar varios consejos que son muy útiles en nuestra vida cotidiana y que además se verán afectados en un ahorro de la factura:

  1. Desconectar de la luz aquellos aparatos que no están en uso. Por ejemplo el cargador del móvil, la pantalla del ordenador o la televisión.
  2. Evitar el empleo de luz artificial y aprovechar al máximo las horas de luz solar.
  3. No abrir el horno mientras esté en funcionamiento para echarle un vistazo a la comida (a no ser que sea necesario por la receta). Cada vez que abrimos el horno mientras está en funcionamiento supone una reducción de la temperatura muy alta.
  4. Es importante no lavar la ropa con una temperatura muy elevada. La mayor parte de la energía empleada en una lavadora es para calentar el agua. La temperatura aconsejable es entre 40º C y 60 ºC. Implica un ahorro hasta del 40% en la luz.
  5. Electrodomésticos: Limpiar asiduamente o cambiar los filtros de aire: campanas extractoras, aspiradoras, humidificadores… Un filtro sucio reduce el empleo óptimo del electrodoméstico y hace que se emplee más energía.
  6. Es aconsejable no meter en la nevera o en el congelador alimentos que estén calientes. Esto supone que el motor tenga que trabajar más y aumente el consumo de energía.
  7. Tener una temperatura razonable en la vivienda. Debemos gastar menos en calefacción y obtener una temperatura media entre 19º C y 21ºC. Cada grado de más supone un aumento del consumo del 7%.

¿Conocéis otros consejos o trucos? ¡Os invitamos a que participéis con nosotros!

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