Inteligencia artificial y nuevos ecosistemas en las oficinas
Raquel Guijarro analiza cómo las empresas pueden adaptar sus oficinas a los cambios que conlleva la adopción de la inteligencia artificial
La mayoría de las transformaciones en el mundo laboral son fruto de la convergencia de cambios sociales y económicos. Y, en los últimos años, estas transformaciones se han sucedido con una velocidad inusitada. En la actualidad, vivimos en una sociedad donde la única constante es la transformación.
Para enfrentar con éxito los retos planteados por esta transformación, las empresas deben crear entornos de trabajo dinámicos y eficientes, que no solo impulsen la innovación y la colaboración, sino que también ayuden a atraer y retener talento y tengan en cuenta las particularidades del trabajo híbrido, ya consolidado.
Si nos detenemos a analizar las transformaciones con mayor impacto en el mundo laboral y, por tanto, en el inmobiliario; la Inteligencia Artificial (IA) emerge como una de las más importantes.
Según los datos que recopilamos en JLL, el 90% de las organizaciones acelerarán su inversión en esta tecnología en los próximos cinco años; una cifra coherente con la visión del 92% de los líderes empresariales, quienes consideran que las herramientas basadas en IA cambiarán la forma de trabajar de los empleados en el siguiente lustro.
Estas cifras invitan a pensar que, a corto plazo, la IA dejará de ser una herramienta más para convertirse en un factor de cambio fundamental para el mercado laboral, tanto en la toma de decisiones como en la forma que estas se llevan a cabo y en la ejecución de las mismas. Los datos analizados por JLL señalan que el 89% de líderes directivos creen que la IA puede ayudar a resolver grandes desafíos que presenta el sector inmobiliario. Por ello, más del 60% de las compañías ya han comenzado a incluir la IA en su negocio y más del 62% está trabajando en planes de capacitación para sus colaboradores.
Estos planes provocarán grandes cambios en el mundo laboral y, como parte de las respuestas de las compañías a estas transformaciones, los entornos de trabajo deberán adaptarse.
Se espera, que de aquí a 2030, se creen más de 78 millones de empleos donde los perfiles tecnológicos serán protagonistas. La naturaleza del trabajo de este tipo de perfiles implica entornos flexibles que les permitan adaptarse con rapidez a los cambios en sus proyectos y equipos de trabajo.
Además, en muchas ocasiones también demandan espacios altamente personalizados y exclusivos diseñados para tareas muy concretas. Éstos abarcan desde espacios de alta concentración para tareas de investigación o desarrollo de código, hasta zonas de trabajo colaborativo y creativo en el que integrar diferentes equipos y perfiles en grupos diversos y ágiles.
Así, la capacidad de ofrecer soluciones inmobiliarias que integren funcionalidad, tecnología y personalización será determinante para satisfacer las exigencias de este sector en constante evolución.
Otro aspecto fundamental que hay que tener en cuenta en las estrategias de workplace adaptadas a la IA son los atributos específicos en los perfiles de los candidatos que las compañías demandan: una elevada atención al detalle, un pensamiento sistemático y una notable capacidad para identificar patrones complejos pueden resultar especialmente útiles en estas áreas.
Esta tendencia tendrá continuidad también en el futuro: de acuerdo con el “Future of Jobs Report”, elaborado por el Foro Económico Mundial, la relevancia de habilidades como la capacidad de entender y gestionar la IA y el big data; el pensamiento analítico; el pensamiento creativo; la resiliencia, flexibilidad y agilidad; y la alfabetización tecnológica su importancia no dejará de aumentar en los próximos cinco años.
Dado que, para el desarrollo de este tipo de tareas se requieren perfiles y habilidades muy diversas, es fundamental que los espacios sean inclusivos y flexibles y creen ambientes adecuados para todo tipo de usuarios (independientemente de su etnia, cultura, género, neurodivergencia, edad, condición física). Además, la lucha por el mejor talento es muy intensa, por lo que contar con diferentes amenities y servicios para el empleado cobra todavía más importancia.
En definitiva, la constante y rápida evolución y transformación del sector obliga a repensar el concepto tradicional de oficina. El futuro demanda espacios flexibles, modulares y adaptables con áreas de trabajo sensorialmente adecuados y accesibles para todos. Crear estos ecosistemas permite a los profesionales aprovechar al máximo sus habilidades y contribuir a la innovación tanto en el campo de la IA, como en la propia evolución de la empresa.
*Artículo publicado originalmente en la revista de IFMA (la International Facility Management Asociation)