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Ciudades inteligentes, un vistazo al futuro

¿Sientes curiosidad sobre cómo será el futuro? Os presentamos las ciudades inteligentes, y cómo cambiarán nuestras vidas.

17 de marzo de 2016

Igual que hace unos años, la palabra “smartphone” parecía sacada de una novela de ficción, hoy en día el avance en las tecnologías, así como los problemas derivados de la futura escasez de recursos energéticos, están dando lugar a las denominadas “smart cities” o ciudades inteligentes.

Hoy queremos hablaros de los principales cambios que la vida diaria experimentará en estas ciudades futuristas, apoyados en el último informe del World Economic Forum.

ECONOMÍA CIRCULAR Y EL IOT

El primer paso para poder visualizar las ciudades inteligentes, es entender el concepto de economía circular, según el cual, tanto las materias primas como los productos se encuentran siempre localizados en su valor máximo posible.

Relacionado con esto, el IoT (Internet de las cosas) será uno de las grandes pilares sobre lo que se fomentará este tipo de iniciativas para poder convertirse en realidad. Así, sensores y dispositivos inteligentes harán un seguimiento de los diferentes bienes, para determinar el estado de deterioro en el que se encuentran, si están en uso o no y dónde se encuentran localizados.

Esto permitirá un mejor uso, más eficiente, de los distintos espacios urbanos, conllevando un cambio en el modelo de negocio y en el funcionamiento de las ciudades.

Así, la ciudad circular o ciudad inteligente, se caracterizarán principalmente por un mejor aprovechamiento de los recursos y un cambio en la experiencia de sus ciudadanos.

RED ENERGÉTICAS INTELIGENTES

Las redes energéticas actuales, son en realidad bastante ineficientes, ya que de media, se pierde un 30% de la energía en el transporte de las centrales a los distintos puntos de distribución.

Así pues, el IoT ayudará a crear una red de energética más eficiente en las cidudades inteligentes, de manera que las casa, fábricas e incluso edificios públicos generen su propia energía usando fuentes de energía renovables.

Esto se conseguirá mediante el uso de espacio sobrantes en las paredes, azoteas o ventanas, usando energía solar y eólica.

Los dispositivos inteligentes almacenarán la energía sobrante en baterías (similares a las de los coches eléctricos), reduciendo previsiblemente las facturas en un 25%. Además, esta medida no sólo conseguirá el reto de la autosuficiencia, sino también una mayor estabilidad en la región.

Los sensores también auto-detectarán la condición en la que se encuentran y las necesidades de mantenimiento, anticipando así las posibles averías, para hacer de éste un sistema más rentable.

CASAS COMPARTIBLES E INTELIGENTES

En las ciudades inteligentes, las casa serán capaces de detectar cuándo abandonas tu hogar, para automáticamente regular la temperatura, y volver a incrementarla justo antes de que llegues. De esta manera se ahorrará energía y también se reducirá el importe de las facturas energéticas.

Para aquellos con habitaciones extra, éstas se remodelarán en oficinas de trabajo seguras, para poder alquilar a través de plataformas públicas. De esta manera, si alguien alquila la habitación, la temperatura de la misma se autoregulará a tiempo para que la llegada del inquilino sea lo más agradable posible.

Se prevé que en relación al alquiler de oficinas, habrá una gran demanda, ya que la tendencia es de aumentar cada vez más el sistema de trabajo remoto, para una gran diversidad de industrias así como puestos de mayor y menor responsabilidad.

MOVILIDAD OPTIMIZADA

El desplazamiento hasta el lugar de trabajo es uno de los momentos más odiado por la mayoría a día de hoy. Está demostrado que de media, la gente pasa diariamente un 15% del tiempo del viaje al trabajo en un atasco y otro 20% intentando encontrar aparcamiento.

En las ciudades inteligentes, el IoT ayudará a hacer de éste un proceso más agradable. Los coches estarán conectados de manera que cualquier persona pueda saber la ruta con menor tráfico y se facilite el procedimiento de aparcamiento, reduciendo así las emisiones nocivas y el tiempo empleado en estas tareas.

Las apps de transporte proporcionarán información en tiempo real para poder saber la ruta más rápida hacia el destino deseado. Ya sea mediante bicicleta, andando, en coche propio o en transporte público.

En la opción de caminar, cabe destacar el hecho de que, las distintas iluminaciones de la calle durante el trayecto, se irán adaptando al tránsito de peatones. De tal forma, se iluminarán cuando una persona esté cerca, y se apagarán o reducirán su intensidad cuando se aleje.

De esta forma se reducirá el gasto energético, pero sin descuidar la seguridad vial pública.

EDIFICIOS COMPARTIBLES Y REUTILIZABLES

Lo ideal en las ciudades inteligentes, será que los edificios se adapten según las diferentes necesidades, ofreciendo diferentes funciones a lo largo del día.

Por ejemplo, al llegar a la oficina, ésta estará adaptada a la agenda planeada por ese día y las preferencias personales del usuario. Sin embargo, al final del día, a la salida, el espacio de trabajo será convertido para acoger un evento social.

Además, los diseñadores, en su afán de optimizar el uso de los espacios urbanos, harán de todos los edificios “bancos de recursos”.

Así, todos los edificios tendrán un historial de todos los elementos y recursos utilizados en su construcción, de manera que si el mismo debe ser remodelado, o va a ser derruido, estos bienes puedan ser reutilizados.

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