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Edificios flotantes: ganando espacios para construir

Arquitectos de todo el mundo buscan la manera de construir en el 71% del planeta ocupado por el agua. Así nacen los edificios flotantes.

31 de enero de 2017

Arquitectos de todo el mundo están buscando la manera de construir en ese 71% del planeta descuidado hasta ahora: el agua. Con la mitad de su población viviendo debajo del nivel del mar, los Países Bajos son un líder mundial en la construcción de edificios flotantes. El barrio de Ljburg en Amsterdam, con sus 97 casas flotantes, está inspirando proyectos similares en todo el mundo.

En el puerto de Rotterdam, puedes contratar un pabellón flotante para eventos. El siguiente reto es construir una granja sobre el río. “Construir sobre el agua se está convirtiendo en una opción factible y práctica para ciudades que se enfrentan a la escasez de viviendas”, dice Helen Gough, Lead Director del área de PDS de JLL en Reino Unido.

Muchos arquitectos holandeses están asesorando a gobiernos y organizaciones en diferentes proyectos. Pero la propuesta que realmente ha disparado esta tendencia ha sido un plan para construir una estructura temporal de 250 metros de largo sobre el río Támesis a su paso por Londres para albergar el parlamento británico mientras duran las obras de su sede de Westminster.

Hasta la fecha muchos proyectos flotantes – especialmente en EEUU y Canadá – han sido residenciales, pero también el sector inmobiliario comercial tiene mucho que aprender de este enfoque. “Las oportunidades más allá de residencial son muy interesantes”, dice Gough. “El alto precio del suelo está animando a la gente a pensar en innovar y pensar fuera de la caja.”

Los costes y el cambio climático impulsan las construcciones flotantes

La reducción de costes es una de las razones clave detrás de los edificios flotantes. Por ejemplo, el puerto de Copenhague acoge un proyecto residencial pionero dirigido a estudiantes, que pagarán por el alquiler de su vivienda flotante menos de la mitad de la renta media de la ciudad. Los costes de construcción son reducidos ya que se reutilizan de contenedores de transporte como estructura básica para los dormitorios, terrazas, y otras áreas comunes.

En cuanto a la idea del Parlamento flotante temporal, se calcula que su construcción ahorraría £1,8 billones en comparación con mover el corazón político del Reino Unido a varias ubicaciones durante las reparaciones.

La necesidad de vivienda asequible enfrenta algunas de las grandes ciudades del mundo y podría ser un factor importante a la hora de aprovechar los espacios fluviales. El impacto del cambio climático, particularmente el aumento del nivel del mar y las inundaciones, podría ser otro.

En Londres, Baca Architects, que construyó la primera casa anfibia del mundo en 2014, cree que la red de vías navegables de la ciudad es un recurso inexplorado. “Es probable que las inundaciones aumenten en frecuencia, gravedad e intensidad”, señala Richard Coutts, cofundador de Baca. “Los diseñadores necesitan crear formas adaptables de arquitectura que respondan a la incertidumbre del cambio futuro.

Estructuras insumergibles

Todavía quedan muchos desafíos que superar para que este tipo de construcción se generalice: garantizar la calidad del agua, conectarse con la infraestructura general y los servicios, y gestionar los residuos. Pero muchos de estos retos probablemente se abordarán a medida que la tecnología avance. Nueva York, Shanghai y Mumbai se encuentran entre las ciudades más grandes en peligro. Las estimaciones conservadoras ponen la línea de flotación 60 cm más arriba en Nueva York, por ejemplo, para el año 2100. Un cambio de enfoque podría proporcionar algunas respuestas, dice Gough. “Los arquitectos ahora están aprovechando la tecnología que nos permite trabajar con el agua. Podemos respetar la naturaleza en lugar de luchar contra ella”.

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