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La tecnología limpia impulsa la eficiencia del inmobiliario

Las últimas innovaciones en materia de tecnología limpia contribuyen a reducir las emisiones de carbono y a disminuir el consumo energético.

08 de junio de 2021

A medida que los esfuerzos de las empresas por alcanzar las cero emisiones netas de carbono cobran impulso, aumenta la importancia de la eficiencia energética de los inmuebles. La tecnología limpia, entendida como aquella que no posee o no causa un impacto negativo continuo sobre el medio ambiente, se posiciona como uno de los aliados que pueden marcar la diferencia en este ámbito.

Cada vez más, los principales inversores, promotores y empresas inmobiliarias están alineando sus proyectos con estándares de construcción eficientes desde el punto de vista energético. La Corporación Financiera Internacional, parte del Banco Mundial, prevé que los edificios ecológicos constituirán, a nivel mundial, una de las oportunidades de inversión más importantes de la próxima década. Además, a medida que las plantillas de empleados evolucionan, los valores de las generaciones más jóvenes están impulsando la demanda de inmuebles sostenibles.

“Existe una gran presión para que las empresas cumplan con los compromisos de sostenibilidad a escala mundial”, explica Ramya Ravichandar, Vicepresidente de Product Management en JLL. “La tecnología limpia desempeñará un papel destacado, ya sea a la hora de ofrecer información sobre el uso diario de los activos, de elaborar modelos sobre los ciclos de la demanda para reducir el consumo o, en última instancia, para cambiar la manera en la que nos abastecemos de energía y la consumimos”.

Su implantación no está exenta de obstáculos: estos abarcan desde la necesidad de una mayor regulación por parte de los Gobiernos a fin de aumentar el nivel de adopción hasta los costes derivados del acondicionamiento de inmuebles más antiguos. No obstante, el sector sigue cogiendo impulso.

“La inversión en infraestructuras de tecnología limpia tiene sentido desde el punto de vista financiero, ya que reduce los costes operativos a largo plazo.”, comenta Kyle Goehring, Executive Vice President, Clean Energy Solutions en JLL.

A continuación, analizamos cinco formas en las que la tecnología limpia está contribuyendo a la sostenibilidad de los inmuebles.

1. Almacenamiento de energía

Desde las grandes baterías de iones de litio hasta la generación de energía gracias a la gravedad, el almacenamiento de energía se está convirtiendo en un componente fundamental de los edificios sostenibles.

Esto, unido a la generación de energía renovable, no solo contribuye a estabilizar las redes eléctricas, sino que proporciona energía limpia con un coste más reducido. Así, tenemos el ejemplo de la promotora inmobiliaria Wasatch Group y sus 600 viviendas, equipadas con paneles solares y baterías conectadas a un sistema de almacenamiento distribuido que también permite revender la energía.

Aun así, las posibilidades en términos de almacenamiento energético siguen estando en una fase incipiente. A medida que un mayor número de personas disponga de vehículos eléctricos, la infraestructura de carga también podría integrarse en los sistemas energéticos de los edificios, lo que permitiría utilizar los vehículos aparcados como una solución para almacenar batería.

“El almacenamiento de energía constituye una oportunidad excelente para los propietarios de edificios y los inversores de cara a potenciar la eficiencia general y la transición hacia la energía renovable, al tiempo que permite ahorrar en costes energéticos”, declara Goehring. 

2. Sensores inteligentes

Ante el aumento del número de personas que teletrabajan —o que acuden a la oficina por turnos para garantizar el distanciamiento social—, los sensores inteligentes que detectan el nivel de ocupación en las oficinas pueden marcar una gran diferencia en materia de eficiencia energética al optimizar la iluminación y los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.

“En los entornos laborales postpandémicos, en los que los modelos de trabajo híbrido estarán mucho más extendidos, no tendremos tan fácil saber cuándo acudirá la gente a trabajar”, declara Ravichandar. “La gestión energética eficiente debe girar en torno a una supervisión en directo, inteligente y que tenga un fin práctico”.

Los sensores en los equipos también están ayudando al personal de mantenimiento al emitir alertas antes de que sea necesario dedicar mayores recursos para solventar posibles problemas. Los responsables de las instalaciones pueden supervisar y ajustar los sistemas de los edificios en remoto de cara a garantizar que los elementos clave no hagan un uso excesivo de la energía, pero que mantengan un nivel de actividad suficiente.

3. Ventanas que hacen uso de la IA

El diseño de los inmuebles eficientes energéticamente a menudo contempla recurrir a la luz natural. En este sentido, contar con vidrio inteligente en las ventanas permite tener un mayor control sobre la luz diurna, el calor y el brillo.

Por ejemplo, el vidrio con conexión a Internet de View Inc. utiliza la inteligencia artificial para tintarlo de cara a crear un interior más acogedor, al tiempo que reduce la dependencia de la iluminación artificial y el aire acondicionado. El vidrio inteligente de Hailo emplea una tecnología similar basada en la nube y que reacciona a las instrucciones de los usuarios o a las franjas horarias para ensombrecerse o aclararse, lo que potencia el aprovechamiento de la luz natural.

4. Sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado impulsados por la automatización

Las soluciones basadas en la inteligencia artificial para gestionar edificios equipados con sensores pueden mejorar considerablemente una de las mayores fuentes potenciales de ineficiencia energética: el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado.

Empresas como 75F y BrainBox.ai, entre otras, están posibilitando la supervisión en remoto para mantener la calidad del aire en interiores y, al mismo tiempo, reducir el consumo de energía. Al contar con un mayor número de datos y algoritmos sofisticados, los edificios están aumentando su disposición para responder en tiempo real.

“En inmuebles con múltiples inquilinos que llevan a cabo diferentes negocios y operaciones, los sistemas inteligentes que pueden interactuar de forma efectiva resultan fundamentales para optimizar el consumo energético en la totalidad del espacio”, explica Ravichandar. “Ello resulta especialmente importante en una coyuntura post-COVID-19, en la que los edificios saludables son clave para crear entornos acogedores”.

5. Motores basados en sensores

Los motores que ejecutan sistemas como los de los aires acondicionados, las neveras, los ventiladores y los ascensores ocasionan un desperdicio energético significativo y suponen unos costes más elevados.

Los motores de última generación de Turntide Technologies podrían transformar la ingente cantidad de maquinaria que mantiene los edificios en funcionamiento. Los motores conectados a Internet contienen sensores que controlan si éstos funcionan de forma eficiente, lo que disminuye el consumo energético no solo en cuanto a costes, sino también las emisiones, contribuyendo así a la transición del inmueble hacia un modelo de “cero neto.”

“Independientemente de que seamos conscientes de ello o no, la tecnología en los edificios resulta transformadora tanto para el sector como para el planeta”, concluye Ravichandar.

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