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No sin mi mascota: ¿por qué el retail se ha vuelto pet-friendly?

Cualquier experiencia de compra es mejor si nos acompaña nuestra mascota. Analizamos cómo está aprovechando esta tendencia el sector retail.

19 de febrero de 2020

“La adopción del concepto pet-friendly por un retailer es otra forma de crear una experiencia de compra personalizada y cercana al consumidor.”

Augusto Lobo, Head of Retail, JLL España

Si hasta ahora tener un animal de compañía era un capricho, esta situación está cambiando para convertirse en una opción de vida. Los nuevos modelos de trabajo y de familia, la mayor longevidad o la creciente sensación de soledad en los grandes núcleos urbanos son algunas de las razones que explican el creciente interés hacia los animales de compañía.

Lo cierto es que el número de animales en España está aumentando progresivamente. Aunque no existe un censo nacional de animales domésticos, echar un vistazo a los datos registrados en la capital da buena cuenta de la evolución de la tendencia. Si los madrileños tenían 304.666 mascotas en 2014, en 2018 este número era de 370.018 o, lo que es lo mismo, en apenas 5 años se ha registrado un incremento del 21%.

Pero no solo es que vemos a más mascotas como nuestra Kira o Charlie por la ciudad, sino que éstos están cada vez mejor cuidados. Un estudio reciente de Tiendanimal subraya que cada vez destinamos más dinero al cuidado de nuestras mascotas. En 2018, los españoles tuvieron un gasto medio de 1.282,18 euros por animal, lo que supone un crecimiento del 7,3% respecto a 2017. El informe especifica que, de ese total, 839,76 euros correspondieron a alimentación, 352,42 euros a gastos en veterinarios y otros 90 a la adquisición de accesorios y juguetes. 

Las marcas se lanzan a por los animales…

Haciendo cálculos, no es sorprendente, por tanto, que son muchas las marcas que han visto en los animales a sus mejores aliados para innovar en su estrategia de fidelización de clientes.

Según Augusto Lobo, Head of Retail de JLL, “el perfil de los compradores está cambiando y los retailers deben adaptarse y buscar otras maneras de relacionarse con ellos, más acordes con sus hábitos y necesidades. Podemos ver la adopción del concepto pet-friendly en una tienda como otra forma de crear una experiencia de compra personalizada y cercana al consumidor”.

Así, hace unos días leíamos que la línea de ropa para mascotas había impulsado las ventas de la cadena textil Primark. Lo mismo ocurre en el caso de H&M, que creó una línea de abrigos para perros.  Incluso marcas con un target algo más alejado como Ikea o Spotify se han subido al carro y han lanzado productos orientados a los animales. La marca sueca ha ideado una colección relacionada con el ocio para perros. La plataforma de música, por su parte, ha creado un podcast para paliar la soledad de nuestros perros mientras estén solos en casa.

…Y los espacios comerciales les dan la bienvenida

En palabras de Augusto Lobo “quienes tienen mascota desean disfrutar de su tiempo libre junto a ella y el mercado es conocedor de esa necesidad, habida cuenta de que, además, se trata de un target con poder adquisitivo”. Por ello, no es de extrañar que los locales con política dog-friendly continúan en la senda de crecimiento.

Cada vez más bares, restaurantes y tiendas admiten la entrada de perros y hasta adaptan su oferta gastronómica al gusto de nuestros acompañantes de cuatro patas. Así, por ejemplo, nos encontramos con Snack Attack en Valencia, que ha ideado un menú específico para perros al módico precio de 2€.

Y, aunque lo pet-friendly es tendencia mayoritariamente a nivel de calle, no cabe duda de que las tiendas de animales también dinamizan la oferta de los centros comerciales. Abrir un local dedicado al bienestar animal ejerce de escaparate para enseñar al consumidor lo último en esta categoría de productos. A la vez, cada vez más centros permiten la entrada de animales. Un ejemplo lo encontramos en X- Madrid en Alcorcón, que fue concebido con la idea de facilitar acceso a colectivos en auge como los ciclistas, los patinadores y las personas con mascota. También está el caso del centro comercial Aragonia en Zaragoza, que recibe a sus visitantes humanos y no humanos con una estatua enorme de un perro, como símbolo de su espíritu pet-friendly.

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