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¿Cómo será la oficina del futuro?

En qué consiste la conectividad y por qué es la solución para mejorar la productividad en la oficina.

30 de noviembre de 2022

Uno de los aspectos clave en los que se está trabajando para mejorar la eficiencia en los espacios de trabajo, es como reducir las limitaciones técnicas y físicas que actualmente tienen las oficinas. Las “oficinas del futuro” pretenden eliminar estas fricciones mediante un conjunto de dispositivos interconectados que replantearan las condiciones de trabajo, no solo para ahorrar tiempo, sino aumentar la productividad de los empleados y los servicios. Disponibilidad de salas, temperaturas e iluminación adaptadas o mobiliario inteligente: descubrimos cómo será la oficina del futuro.

Oficinas inteligentes

Detrás del concepto de la oficina del futuro se encuentra el concepto de la oficina inteligente. Se trata principalmente de un espacio equipado con dispositivos conectados a Internet y que se comunican entre sí a través de una red compartida.

Este dispositivo "inteligente" pretende ser capaz de controlar y analizar una gran cantidad de datos, gestionar diversas acciones y mejorar las condiciones de trabajo de varias maneras, entre ellas:

  • Condiciones de trabajo confortables

  • Mejor productividad de los empleados

  • Automatización de tareas consideradas de importancia secundaria

  • Ahorro de energía

  • Mayor seguridad en el trabajo

Simplificación de las tareas diarias

La oficina del futuro reducirá el tiempo que se pierde en ciertas tareas diarias aparentemente sencillas y sin valor añadido pero que pueden consumir mucho tiempo, como sería el acceso a la oficina o el uso de los diferentes espacios de trabajo.

En cuanto al acceso a la oficina, hoy en día un empleado debe presentar una tarjeta de identificación para entrar en el aparcamiento, los espacios o cualquier zona del recinto. La oficina del futuro podría, por ejemplo, tener tarjetas de identificación conectadas con los derechos de acceso del propietario integrados. De este modo las distintas puertas pueden abrirse sin que el empleado realice ninguna acción.

En cuanto a la gestión de las distintas salas o incluso aseos, también es posible instalar sensores para saber si una sala ha sido utilizada o no durante el día. Lo mismo ocurre con los aseos, gracias a los sensores de apertura de puertas. Esta tecnología permite medir eficazmente la tasa de ocupación en tiempo real. Del mismo modo, el personal de mantenimiento puede centrarse sólo en las zonas que se han utilizado durante el día. Esto ahorra tiempo y aumenta la productividad.

Un entorno de trabajo mejorado

Mejorar la calidad de la vida laboral sigue siendo uno de los principales objetivos de la oficina del futuro. La conectividad no solo se pretende aplicar a niveles individuales sino gracias a los datos que se recaben se podrá mejorar el edificio y las instalaciones.

Gracias a sensores, se pueden procesar en tiempo real los datos sobre la temperatura, la calidad del aire o la humedad. A partir de esta información, la oficina del futuro podrá controlar automáticamente los ajustes necesarios para el bienestar de los empleados. Por ejemplo: Mantener un nivel de humedad entre el 45 y el 65% o mantener la temperatura a 21°C. También se puede analizar el nivel de CO2: si es demasiado alto, la oficina inteligente podrá activar la ventilación de las oficinas.

Además de mejorar la calidad de vida en el trabajo de los empleados, al calcular la tasa de ocupación de las salas, la oficina del futuro podrá ahorrar energía pudiendo adaptarse a las necesidades reales, por ejemplo, aumentando la calefacción o reduciendo la iluminación en los espacios desocupados.

Reducir las limitaciones de los empleados

Directamente relacionada con la calidad de vida en el trabajo, la oficina del futuro debe tener un impacto positivo en el bienestar de los empleados. Esto significa reducir el estrés y prevenir los riesgos físicos en la oficina. Por tanto, la conectividad también puede utilizarse en el mobiliario.

¿Te imaginas un dispositivo que indique al empleado que ha llegado el momento de cambiar de posición? -alternando entre un escritorio sentado y otro de pie, por ejemplo-, para hacer una breve pausa, estirarse, etc. Del mismo modo, obtar por escritorios inteligentes nos facilitará conocer las preferencias de su usuario para adaptarse y ofrecer una comodidad de uso personalizada que mejore la productividad. Del mismo modo, el escritorio podría cambiar de color según los deseos del empleado. Por ejemplo, una luz roja para indicar "No molestar" o una luz azul para indicar "En descanso".

La oficina del futuro debe volver a situar al empleado en el centro de la empresa, facilitando al máximo su vida cotidiana y preservando su bienestar, para que pueda desarrollarse y trabajar con la mayor eficacia posible.

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