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El diseño biofílico, una tendencia que ha llegado para quedarse

El interés por promover la sostenibilidad se ha trasladado al sector inmobiliario. El diseño biofílico es una tendencia que se impone con mucha fuerza.

07 de julio de 2015

Tal y como hemos comentado en numerosas ocasiones en este blog, el creciente interés por la sostenibilidad es algo que no podemos negar. Y esto es algo que también se percibe en el sector inmobiliario con un aumento muy notorio de las construcciones sostenibles. Construcciones que no sólo son responsables con el entorno que les rodea sino que favorecen también a las personas que las habitan, mejorando su salud y sus niveles de productividad laboral. En este contexto se enmarca lo que conocemos como diseño biofílico o arquitectura biofílica, una tendencia que se impone cada vez con más fuerza entre los estudios de arquitectura a la hora de plantear nuevos proyectos.

Pero, ¿qué es exactamente el diseño biofílico?

El diseño biofílico consiste en la incorporación de elementos propios de la naturaleza en construcciones y en espacios urbanos. El objetivo de esta tendencia, que se viene desarrollando desde hace años, es evocar aspectos propios de entornos naturales de manera que, por un lado las edificaciones sean más responsables con el entorno que les rodea mediante el desarrollo de sistemas que contribuyan al ahorro energético. Por otro lado, el diseño biofílico proporcionar mayores cotas de bienestar a las personas que habitan estos edificios, lo que se traducen en mayores niveles de felicidad y de productividad en el caso de entornos laborales.

Vayamos al grano, ¿cómo se integra el diseño biofílico en una construcción?

Existen muchas maneras de aplicar el diseño biofílico en las construcciones. Por ejemplo, mediante la incorporación de elementos visuales propios de la naturaleza como por ejemplo el agua. También se puede optar por la integración de juegos entre luces y sombras o la creación de espacios en los que se integren diferentes tonalidades de luz. Otra forma de poder incorporar la naturaleza en los edificios es mediante la creación de estímulos auditivos, olfativos o táctiles, formas, texturas y materiales que nos recuerden a un entorno natural. La temperatura, un relativo nivel de humedad y los flujos de aire también favorecen la creación de entornos urbanos más propios de la naturaleza.

Algunos ejemplos de construcciones biofílicas que nos dejarán con la boca abierta

En la actualidad existen múltiples ejemplos de edificios biofílicos como por ejemplo, las oficinas de la Asociación Internacional Amigos de la Tierra en Londres. Unas oficinas pensadas para causar el mínimo impacto ambiental posible y que recrean diferentes lugares de la tierra, diseñadas por Peldon Rose.

También encontramos ejemplos muy llamativos en el ámbito de la salud, como el Royal Children’s Hospital en Melbourne (Australia), diseñado por Bates Smart. Sin duda, un referente en salud infantil y que ha optado por incorporar elementos propios de la naturaleza para mejorar el bienestar de los niños del hospital.

Otro de los ejemplos más importantes de diseño biofílico es el parque High Line en Nueva York, diseñado por James Corner Field Operations. Una antigua línea de tren que se ha convertido en una gran zona abierta y que contiene más de 300 especies de plantas, árboles, hierbas y arbustos.

¡Ha llegado la hora de estar conectados con la naturaleza!

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