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El sector inmobiliario avanza hacia la igualdad de género

Tradicionalmente, el inmobiliario ha sido un sector dominado por hombres, aunque el creciente hincapié en iniciativas de igualdad de género en los últimos años está comenzando a dar sus frutos.

05 de marzo de 2019

Los estudios publicados han concluido en numerosas ocasiones que las compañías con mayor diversidad de género registran mejores resultados empresariales, sus inversiones son más rentables, sus ventas crecen más y están menos endeudadas. 

Sin embargo, en 2017, las mujeres tenían una presencia de tan solo el 28% en los consejos de administración de las firmas inmobiliarias europeas, si bien esta cifra resulta favorable si la comparamos con el 22% de hace algunos años. 

Hoy en día, se habla mucho más sobre igualdad de género en las plantillas —asegura Emma Tattersall, directora de Retail Capital Markets de JLL para EMEA. Debido a los diversos estudios que ponen de manifiesto la brecha salarial entre ambos sexos y la desproporción existente en el número de hombres y mujeres que desempeñan puestos de responsabilidad, las empresas están reconociendo la necesidad de abordar la desigualdad de género”. 

El año pasado fue el primero en que las grandes empresas británicas tuvieron que publicar obligatoriamente información sobre la brecha salarial entre ambos sexos, por lo que numerosas compañías inmobiliarias tuvieron que hacer frente a la desigualdad en sus oficinas. Si la brecha salarial en los diferentes sectores de la economía británica se sitúa en un 14% de media, la del sector inmobiliario es más del doble: un 30%. 

El sector inmobiliario británico tiene problemas que vienen de lejos con los que debe lidiar. La tradicional cultura de hacer negocios, dominada por los hombres, sigue influyendo, sobre todo en la alta dirección” afirma Guy Grainger, CEO de JLL para EMEA. 

Impulsar el cambio y el equilibrio

Pese a todo, existen indicios de cambio en el sector. El año pasado, una cifra récord de mujeres pasaron a ser consejeras de fondos de inversión inmobiliaria tras las juntas generales de accionistas que tienen lugar en primavera, asumiendo así el 52% de los puestos recién asignados. 

En la división británica de JLL, pese a que un 80% de los directivos son hombres, en los dos últimos años la cifra de mujeres en altos cargos ha aumentado alrededor de un 33%. Casi la mitad de los recién licenciados contratados son mujeres y, además, entre 2015 y 2018, la promoción de mujeres ha pasado de un 31% a un 37%. 

Según Grainger, abordar la brecha de género va más allá de atraer a más mujeres al sector y a puestos directivos. También es fundamental implantar políticas que permitan a mujeres y hombres conciliar su vida familiar con su proyección profesional. 

En otros sectores donde existe un enfoque de trabajo más flexible y unas políticas de reincorporación al trabajo más completas para padres y madres observamos ratios mucho más elevadas de representación femenina en puestos de responsabilidad. Estas políticas contribuyen a crear un entorno y una cultura corporativa que favorece diferentes vías de avance a nivel profesional”, comenta Tattersall. 

Todas las firmas inmobiliarias consideradas como mejores empresas para trabajar ofrecen unas condiciones de trabajo flexible, lo que contribuye a reducir la disparidad de género en términos de remuneración, así como entre las mujeres que son madres y las que no tienen hijos. Otras, como British Land, ofrecen permiso de maternidad/paternidad compartido, lo que también disminuye la brecha salarial entre ambos sexos.

“Debemos garantizar que los puestos mejor pagados y de responsabilidad ofrezcan flexibilidad y alejarnos de la idea de que solo pueden desempeñarse si se trabaja en la oficina a jornada completa —afirma Grainger—. 

Con el auge de los espacios de trabajo flexibles, la forma en la que solemos trabajar se está volviendo cada vez más fluida, por lo que estamos en el momento perfecto para materializar este cambio».

Las iniciativas sectoriales también pueden llevar a los directivos a priorizar la diversidad. Women Talk Real Estate es una plataforma sin ánimo de lucro que da voz a mujeres profesionales del sector como ponentes, ya que solo un 14% de las ponencias son pronunciadas por mujeres. Real Estate Balance es una asociación que aglutina a mujeres y hombres en puestos directivos para cambiar la cultura corporativa. 

La igualdad y la conciliación no es solo cosa de mujeres; consiste en intentar dejar atrás los estereotipos de género para ambos sexos y fomentar un trato equitativo —afirma Tattersall—. Tiene que ser un diálogo en el que participemos todos para que podamos abordar los efectos tóxicos de las características que normalmente se atribuyen a hombres y mujeres”. 

El futuro constituye un gran reto

Si bien el cambio se está produciendo poco a poco en un segundo plano, este dista mucho de ser visible en el sector inmobiliario y en el mundo empresarial en su conjunto.

En palabras de Tattersall: “Las iniciativas corporativas sobre igualdad de género implican tiempo y dinero. El mejor incentivo para invertir ambas cosas es que nuestros clientes demuestren que la diversidad pesa en sus decisiones. Hasta que el sector empiece a ver la diversidad como una necesidad y a priorizarla, será difícil realizar cambios sustanciales de forma generalizada”. 

Los principales actores pueden impulsar el cambio en el sector a través de prácticas internas de buen gobierno que fomenten la diversidad en los consejos de administración y en el trabajo con clientes. Por ejemplo, BlackRock ha declarado que solo invertirá en empresas que tengan, como mínimo, dos mujeres en su consejo de administración. 

La igualdad de género no es algo que pueda abordarse solo en el entorno de trabajo —afirma Tattersall—. El verdadero cambio requiere de un esfuerzo conjunto por parte de empresas, sectores y gobiernos, desde dentro y a la vezPero estamos avanzando, sin prisa pero sin pausa. Es tranquilizador saber que se está hablando de este tema y que recibe atención por parte de los medios. El clima actual supone una oportunidad real para avanzar. En diez años, espero que el Día Internacional de la Mujer ponga de manifiesto menos desigualdad de género, menos brechas salariales, menos problemas específicos en este ámbito. Mi deseo es que, para entonces, la igualdad de género sea la norma y que el inmobiliario sea un sector más diverso en todos los sentidos”, concluye.

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