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La felicidad empieza por el puesto de trabajo

A medida que ha aumentado el número de personas en el mercado laboral y se ha retrasado la edad de jubilación, el trabajo se ha convertido en uno de los motores de nuestra vida y hay cada vez más las empresas que se preocupan por medir e implantar medidas para mejorar el bienestar de sus trabajadores.

15 de marzo de 2018

Nunca hasta ahora el concepto de “bienestar en el trabajo” había dado tanto que hablar. Desde profundos estudios de tendencias laborales a libros de autoayuda, pasando por la aparición de figuras como el Chief Happiness Officer o los psicólogos laborales, parece que ahora la felicidad en el trabajo está de moda.

El trabajo es uno de los pilares de la sociedad, termómetro de los éxitos y de la realización personal. Hay muchos factores que intervienen en que ese trabajo sea exitoso, aunque el foco cada vez está más centrado en aspectos como el espacio físico de trabajo, el equipo humano o la cultura de empresa.

Precisamente esos “nuevos” factores han sido objeto del estudio del informe global de JLL, Workplace powered by Human Experience. El estudio analiza la percepción que los empleados tienen de sus espacios de trabajo (workplace en inglés) para después valorar cómo ésta influye en el desempeño de una empresa, con especial foco en ámbito inmobiliario. Las conclusiones han permitido crear el modelo de Experiencia Humana (Human Experience), que define la hoja de ruta (a nivel de espacios físicos y valores intangibles) que tienen que seguir las empresas para lograr el bienestar de sus empleados y mejorar su rendimiento.

El modelo, por tanto, establece tres ejes sobre los que gira la experiencia de los trabajadores en sus lugares de trabajo:

Compromiso

Es clave para hacer que los empleados se sientan identificados con la empresa, sus valores y el espacio al que diariamente acuden a trabajar. Además, constituye un factor esencial para impulsar cualquier tipo de cambio en una organización.

Empoderamiento

Motiva a los trabajadores a reconocer sus labores profesionales como algo suyo y les anima a implantar cambios y buscar mejoras en su entorno. Para ello, es fundamental la confianza del equipo directivo y de los compañeros a la hora de emprender nuevas iniciativas.

Realización

Se traduce en la satisfacción de los trabajadores por haber conseguido los retos planteados por el equipo directivo y el entorno de trabajo. Pese a ser una sensación muy individualizada, existen una serie de condiciones comunes como el aprendizaje y el desarrollo profesional, la creatividad o el reconocimiento que facilitan que los empleados se sientan realizados en sus puestos.

La siguiente infografía nos da las claves sobre los conceptos que reúne cada uno de los ejes del modelo de Human Experience.

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