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Pensando en movimiento

¿Sabías que estimular a los trabajadores a que hagan ejercicio puede aumentar la productividad empresarial? En este post te contamos qué es la gamificación.

11 de septiembre de 2016

Si os damos un minuto para pensar en una imagen de una oficina en pleno quehacer diario, seguro que os imaginaríais a personas concentradas frente a sus ordenadores, atendiendo al teléfono o reunidas para abordar ciertos temas, y seguro que la mayor parte de esas personas os las estaríais imaginando sentadas. ¿Cuántas veces nos levantamos de nuestros asientos más allá de ir al servicio o rellenar la botella de agua? En este post os vamos a hablar de la gamificación o de cómo algunas empresas han conseguido conciliar el trabajo con la actividad física o deportiva.

¿Qué es la gamificación?

Cuando hablamos de gamificación, hablamos de un sistema implantado por las empresas a través del cuál consiguen motivar a sus empleados mediante recompensas o reconocimientos. Este sistema se está implementando cada vez en un mayor número de empresas con la finalidad de conseguir que sus empleados se ejerciten y practiquen una vida saludable.

Hay mil maneras de hacerlo y no supone un alto coste para la compañía, sólo hay que ser creativo y diseñar un programa en el que los empleados se diviertan haciendo ejercicio y además, se sientan recompensados por hacerlo. A esta tendencia, también se le conoce ya como la pokemonización en el trabajo. Los departamentos de RRHH lo utilizan para impulsar la productividad, los especialistas de la construcción lo están adoptando para crear edificios más verdes y activos, y los expertos en comunicación interna lo ven como una forma de reforzar la moral y el compromiso dentro de una organización.

Este sistema, llevado a cabo correctamente, puede marcar la diferencia entre una empresa brillante y una empresa corriente.

¿Cómo implementar la gamificación en el trabajo?

Como ya hemos dicho, no requiere de una gran inversión económica. Convocar pequeñas charlas, distribuir información sobre la importancia de llevar una vida saludable, situar junto a los ascensores un cartel motivacional invitando a subir las escaleras, ubicar la fotocopiadora en una sala relativamente lejana a la sala donde se encuentran los escritorios y organizar eventos deportivos fuera del trabajo, son sólo algunas de las ideas que puede implantar una empresa para estimular a sus trabajadores a que se ejerciten. Pero, además de modificar la distribución de los espacios dentro de la empresa, es conveniente que esto vaya acompañado de algún tipo de incentivo, como ofrecer un día a la semana para poder acudir al trabajo con vestimenta casual o hacer una donación a una causa elegida por el ganador.

Algunas veces, un sistema de puntos o recompensas bien planificado, puede ser suficiente, pero en otras ocasiones puede que sea necesario echar mano de la creatividad y planificar un programa de juegos que aleje la sensación de esfuerzo del pensamiento de los empleados y que les lleve a creer que simplemente están divirtiéndose.

Este fue el caso de un aeropuerto que decidió situar de forma estratégica en los urinarios masculinos moscas artificiales. De este modo, los hombres al tener que concentrarse en apuntar, salpicaban menos y los costes en limpieza se vieron reducidos considerablemente.

Este es solo un ejemplo de lo fácil que es conseguir buenos resultados del comportamiento de las personas, a través de algo tan sencillo como proporcionarles algo que les mantenga entretenidos.

Empresas que se han sumado al movimiento

Cada vez son más las empresas que se están dando cuenta de que el sedentarismo no es bueno para la salud, pero tampoco lo es para la productividad. En el año 2011, un estudio realizado por Sanitas y la Universidad Europea de Madrid, revelaba que la práctica de deporte reduce el absentismo y mejora el rendimiento. Lo más importante, es que también son cada vez más las empresas que están haciendo algo al respecto.

Mientras que un gran banco de inversión de Londres recompensaba a sus trabajadores más activos con fruta gratuita en algunos restaurantes y cafeterías, una importante empresa internacional de comunicación incentivaba a los que subían las escaleras y caminaban entrando en un sorteo semanal con grandes premios.

Pero además, empresas como Accenture, que ha creado el programa Tu Bienestar, programa de salud dirigido a fomentar hábitos más saludables; Adidas, que cuenta en las instalaciones de su sede de Alemania con pistas de tenis y atletismo, gimnasios, canchas de baloncesto, comedores al aire libre, campos de futbol, etc; saben lo que repercute el bienestar de sus empleados en su balance de cuentas anuales. A ellas se suman Liberty Seguros, Aegon, Cofidis y Mahou, en las que hacer deporte, consultar a un nutricionista, asistir a una sesión de meditación o practicar yoga son sólo algunas de las actividades que sus empleados pueden realizar sin salir de la oficina.

Pero si alguna compañía está dando ejemplo es, sin duda, Fitbit. La conocida marca de pulseras de actividad, además de contar con un programa de bienestar interno, ayuda a muchas empresas a implementar programas de salud. En BP por ejemplo, diseñó un desafío de un millón de pasos en dónde los empleados que llegaran a la marca a lo largo de un año eran recompensados permitiéndoles ampliar su plan de salud.

De acuerdo con Fitbit, ninguna empresa requiere de un alto presupuesto para crear incentivos emocionantes, pequeñas recompensas pueden motivar a vuestros empleados a recorrer un largo camino.

Está claro que el ejemplo del equipo directivo tomando decisiones mientras caminan o unas oficinas cuya disposición y diseño estimulen la práctica deportiva, determinarán el comportamiento de sus trabajadores. Pensar en la economía del comportamiento o en la gamificación para conseguir objetivos o retos empresariales es un acierto con resultados cada vez más rentables. Por tanto, si eres empresario y estás leyendo esto, empieza a pensar en movimiento.

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