7 ideas para mejorar el reciclaje
Hablemos de basura. La producimos todos, pero ¿sabemos qué hacer con ella?
Constantemente surgen nuevas formas de reciclar y nuevas formas de hablar de ello. Es reciclaje es una práctica sencilla, que todos podemos llevar a cabo en nuestro día a día y que no se debe limitar solo a la fórmula original de "reutilizar, reducir y reciclar". He aquí un resumen de los pasos por los que llevar tu apuesta por la sostenibilidad al siguiente nivel:
Reutilizar antes que comprar
Evitar los artículos de un solo uso, así como los que se venden empaquetados
Compostar los residuos orgánicos
Inventar nuevos usos para artículos que ya no necesitas
Comprar a empresas con programas de sostenibilidad y reciclaje
Llevar los aparatos eléctricos a un servicio técnico para repararlos antes que comprar nuevos
Apostar por artículos que se pueden rellenar en lugar de comprar botellas de plástico / vasos de papel, por ejemplo
Las webs de los Ayuntamientos y las ONGs, las noticias en prensa o los blogs especializados en temas relacionados con el medio ambiente son excelentes fuentes de ideas sobre cómo convertir tu consumo más responsable. Desde información sobre cómo reciclar correctamente, hasta iniciativas innovadoras para el ahorro de recursos y ferias de sostenibilidad, existe información para todos los gustos. A continuación tienes algunas ideas que te pueden servir te guía a la hora de adoptar unas prácticas más sostenibles con nuestro planeta:
1. Reciclar: es una las actividades cotidianas más sencillas que podemos llevar a cabo y que, no obstante, tiene un gran impacto. ¿Tienes dudas sobre dónde tirar algún tipo de artículo? Ecoembes, la web del Ayuntamiento de Madrid, Ecoinventos o la revista AD, por ejemplo, ofrecen guías con información práctica sobre dónde debes tirar cada residuo.
2. Reutilizar: busca tiendas de segunda mano, mercadillos, etc. Si se trata de ropa o zapatos en buen estado, los puedes llevar a los contenedores de reciclaje distribuidos por la ciudad. En el caso de la alimentación, la app Too Good to Go puede ser una buena alternativa para salvar comida que no ha sido vendida por los establecimientos de restauración. Encantado de comerte y La colmena dice que sí cumplen la misma función, pero están enfocados a supermercados y tiendas de ultramarinos locales, que disponen de remanentes de comida.
3. Inventar nuevos usos para los artículos que ya no necesitas: seguro que has oído hablar de Pinterest como una fábrica de ideas para proyectos creativos, pero ¿sabes que también es uno de los mayores repositorios de ideas DIY con objetivos que ya tienes en casa? Y si quieres ir un paso más allá y ver cómo puedes llevar un estilo de vida DIY, los blogs Damask Love y Paper & Stitch y las cuentas de Instagram de Alicia Martínez (@aly_deco_home) y Patricia Salinas (@sweethomepat) serán tus fuentes de cabecera.
4. Compostar los restos orgánicos: es una técnica bastante fácil de aplicar en casa y consiste en convertir la basura orgánica en compost, un material idóneo para abonar huertos y jardines. Esta guía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) te da más información sobre cómo puedes empezar a producirlo.
5.y 6. Evitar los artículos de un solo uso, así como los que se venden envasados y apostar por aquellos que se pueden reutilizar: En 2021 entró en vigor la Directiva europea que prohíbe la venta de artículos de plástico de usar y tirar como pajitas, bastoncillos, cubiertos o platos de plástico. Además, en 2022 España publicó su propia Ley de Residuos, que acataba la normativa europea. Más allá de las medidas gubernamentales, es elemental la colaboración individual y la búsqueda de opciones duraderas y reciclables. Desde las pajitas o los platos de bambú, los bastoncillos de silicona reutilizables o las bolsas para comprar a granel, aquí tienes algunas ideas sobre cómo reducir la cantidad de plásticos en tu vida cotidiana.
7. Llevar los aparatos eléctricos a un servicio técnico para repararlos: ¿Conoces el movimiento Right to repair? Sus creadores luchan contra la cultura del usar y tirar, la obsolescencia programada y la tendencia de cambiar cosas que han dejado de funcionar (e incluso aquellas que aún funcionan perfectamente) por otras nuevas con mejores prestaciones. En este sentido, hace unos meses la Unión Europea publicó una propuesta para promover un estándar común de la reparación de objetos para fomentar el ahorro y reducir la contaminación provocada por los nuevos aparatos. Y si no sabes cómo arreglarlos tú solo, te recomendamos visitar un Repair Café. Dichos espacios cuentan con voluntarios que enseñan a los propietarios cómo pueden arreglar sus aparatos electrónicos y electrodomésticos.